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9/6/14

In a reverie.


Cuando me desperté no entendía que mundo era este. Que mundo podía ser tan frío como para cristalizar poco a poco mi alma. ¿Qué mundo me devolvía la ira que alguna vez le arrojé? ¿Qué mundos me quitaban de las manos una de las cosas mas preciadas que tengo? Porque a veces el alejamiento te deriva en un mundo X. Quizá a diez mil millones de años luz del tuyo.
Y acá estoy, alejada y con frío. Con un frío polar que me carcome los huesos que no besaste anoche. Ni antenoche. Te extraño. Y me encuentro acá:

El desastre. 
Y la calma después del desastre. Y el desastre que le precede a la calma.
Y vaivenes de humo que simulan ideas que se fugan de tu cerebro, como el humo de unos motores que no paran de funcionar y llegan a fundirse.La 
Quizá la eliminación es iluminación, pero no sé qué eliminar de todas las cosas que tengo que eliminar de mi.
Quiero ser buena hija, buena estudiante, buena novia, buena amiga, buena persona.
Y estoy muy lejos de todo aquello.
A diez mil años luz.
Y la anatomía que se corroe, porque: corroír , fluídos, carne tremebunda y desintegración quedan bien juntas.
Y la sangre con ellas.

Una vaca circular, o redonda, de queso parece a veces la luna, digo redonda o circular por su amplitud diametral. Sí, de queso porque el queso es amarillento, color grasa. Si. Así parece todo mi esplendor cuando aparece. Sí, lo desagradable de la vista. Y los auto-boicots.

Y las miles de autopromesas rotas que ahora yacen en el estómago que se debilita por los corrosivos fluídos y fragmentos que punzan sus paredes con el filo de un espejo roto que se incrustó en tu carne tremebunda llena de sangre alguna vez.

Intoxicación de tristeza y soledad.
La extraño a ella, que me mira y me sana.
Pero es mi culpa no tenerla. Porque la culpa lo es todo.
La culpa estropea la psique.


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