Amatista mi interior violeta.. Cristalino.
Quisiera extraer de mis venas cristalinas gotas violáceas.
Que mi corazón fuera una sólida roca transparente,
de efecto prismático cuando me encandilan ciertas miradas.
Entonces desde mi pecho explotaría un arcoiris de luz pura.
Quisiera ser una piedra delicada.
Fuerte, resistente, de color místico.
Lloraría sal, y mis ojos serían como vidrio.
Lejos de la sensibilidad carnal...
Evocando belleza eterna.
Llenaría de luz. Armonía. Introspección
Mi energía cósmica tranquilizaría auras rebeldes.
Purificaría. Transformaría.
Energizaría... Llovería en granito.
Sería mágica...
Ser infinita energía púrpura respirable...
Esparcida en millones de micro partículas que se filtren por los poros...
Por las hojas de los árboles, dentro de cada gota de lluvia...
Dentro de cada molécula de agua formante de una suave y esponjosa,
o negra y tormentosa nube...
Podría incrustarme en tu piel. Filtrarme entre tus huesos.
Lloverte.
Lloverte en gotas filosas
Viajar por tu sangre llegando a tu corazón, tus ojos.
Tu interior rocoso con un centro de centellantes piedras con centro de copos de nieve.
Niños de un invierno del que fuimos protagonistas alguna vez.
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