10/9/15
Entre tantas idas y vueltas nos perdemos y no volvemos más.
El espacio me asfixia con su aroma a soledad, miedos y desesperanzas.
Caemos en un rumbo tenebrosamente cíclico que repite una y otra vez la secuencia de las desgracias y la incertidumbre, haciendome ser invertebrada , etérea , sin huesos, sin pilares. Espasmos golpeandome adentro mientras respiro nuestra soledad. La distancia interceptada por más distancia.
Un vínculo poroso.
Los días pasados quedan atrás, y las memorias vividas se vuelven un recurso de añoranza , bienestar mental naciendo de un momento concluido. Evaporado. Desvanecido. Envejecido. Inalcanzable. Extrañable.
La sensación de no sensación. Los reemplazos de estado.
Engranajes oxidados que no giran sin dañarse.
Una tristeza que congela el impulso vital , que pretende cortar las alas del alma.
Necesidad humana de pertenecerle en cuerpo y alma a un sentimiento dirigido a la abstracción de una persona...
Lastimaduras que abren las heridas.
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